Stella_IO
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« Respuesta #10 : Enero 17, 2013, 18:00:41 » |
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El siguiente texto está escrito por el jugador GaloSnchez:
"Las trompetas sonaron temprano en el Imperio, los estandartes de las compañías cruzaron bosques y lagos, el momento había llegado. Había un silencio en el aire, era un triple silencio. Un silencio que provenía del Imperio enemigo, preparado para defenderse, pero que no mostraba señal de guerra, ningún guerreo se asomó por encima de la fortaleza ni por debajo de ella esa Mañana. El segundo Selección era uno frio, que provenía de las armas brillantes, afiladas, y frías, que cortaban el viento a su paso, produciendo un leve silbido en el aire, un silbido que hubiera encogido el corazón del más valiente de los guerreros, incluso del vuestro. El tercer era un silencio que provenía de cada uno de los guerreros, todos en fila, uno al lado del otro, las catapultas, los trabucos, los arietes. Arqueros en fila , en medio la caballería , cuyos caballos inquietos , intentaban relinchar pero lo hacían sin voz , Al frente de todos , estaban los espadachines , grandes maestros de la espada, y los Lanceros , hombres hábiles de fuerza sin igual. Y todo este silencio quebró, como levantándolos de un sueño a los guerreros, la hora había llegado, el grito de guerra, llenaba de valentía y coraje al guerrero más temeroso. Avanzaron a trote rápido hacia la fortaleza enemiga. Cuando un segundo grito se alzó ante todos. Eran los guerreros preparados para defender su imperio, los Balistas tomaron sus posiciones en las torres, cinco eran los soldados por balista, y los arqueros al borde de la fortaleza, sus arcos templados, y listos para disparar en cuanto la orden fuese dada, mientras Espadachines, Lanceros y la caballería esperaba detrás de los muros de piedra de la fortaleza, la última defensa del Reino. Miraban desde abajo, entre la sombra de los muros de piedra, el alba sobre los cabellos de los arqueros sin imaginar el temor que sentían en ese momento al ver al ejército enemigo encolerizado, dispuestos a destruirlos
Los arqueros defensores soltaron su primer ataque, la mayoría certeros, cayeron uno detrás de otros los Lanceros, pero detrás de ellos y uno después de otro avanzaban, mientras los arqueros alistaban sus flechas, los arietas habían ya llegado a los muros del Reino, el primer golpe a la fortaleza , ensordeció y resonó en el pecho, y en la mente de cada guerrero , mientras los arqueros atacantes derribaban uno, y otro a los arqueros sobre la fortaleza, caían como lluvia ,uno encima de otro , apilándose en el pozo. Las catapultas lanzaron su primer ataque. Bolas de hierro volaron por encima de los guerreros ensombreciendo a su paso el campo de batalla y los trabucos tras de ellos máquinas de especial magnificencia, dispararon tan rápido y fuerte que el solo disparo llenaba de confianza al atacante, sabía que era un golpe certero.
El segundo golpe sobre los muros de piedra, las rocas caían encima de los arqueros muertos que caían de la fortaleza defensora, y tras ellas el golpe de hierro de las catapultas derribó la fortaleza defensora. El polvo se levanta y el temor de avanzar, surgió entre los corazones de todos, el miedo a lo desconocido, los hizo dudar y fue ese su error.
De entre los escombros, entre el polvo y la piedra los cascos sonaron contra el suelo, haciéndolo temblar, los espadachines dieron un paso atrás y los lanceros apuntaron sus lanzas hacia delante. Luego apareció el primer caballero, armadura brillante, de acabados majestuosos dignos de un oficial de ejército. Llevaba consigo un portaestandarte de su imperio el emblema de su nación ondeaba hacia el este, mientras un grito ensordecedor lleno el valle, y todos los guerreros atacantes dieron un paso atrás, luego el portaestandarte avanzo y tras él un gran número de caballeros corrían más rápido que el mientras los primeros en rebasarlo llegaron a las primeras filas enemigas. Pasaron atreves de los lanceros y a su lado con la espada, decapitándolos. La mayoría de los laceros murieron en ese ataque, aunque solo unos pocos pudieron enterrar, su lanza en el caballo enemigo y desmontar a su caballero para luego matarlos
Una vez que los Lanceros fueron eliminados, hubo calma .Las 20 compañías enemigos con sus respectivos estandartes formaron, caballos y espadachines uno al lado otro en filas y columnas numerosas
De la fortaleza enemiga se levantaron los arqueros ,y los espadachines y los lanceros se unieron a la caballería, formaron las compañías, y el momento de Silencio que vino después fue eterno y tendrá espacio en la memoria de cada guerrero sobreviviente para siempre
El viento dejo de soplar y los porta estandarte habían dejado de ondear .El momento había llegado, avanzaron caminando, los defensores de norte a sur y los atacantes de sur a norte, mientras acrecentaban el paso , la caminata se convirtió en trote, la exhalación en angustia, las voces en gritos, el trote en corrida.
Chocaron los dos imperios, las fuerzas de cada uno de ellos, sus corazones, y el deseo de defender su reino los lleno de fuerza, las flechas de la fortaleza defensora atacaban a los caballeros, y los caballeros defensores decapitaban uno detrás de otro a los espadachines, los balistas defensores, destruían las catapultas atacantes, los arqueros retrocedían pues el ejército defensor se acercaba cada vez más hacia las últimas filas. El temor creció entre los arqueros cuando el último espadachín fue decapitado, y la cabeza del último caballero atravesada y clavada en el piso, en la lanza yacía. El grito quebró los corazones de los guerreros restantes. La retirada había sido anunciada, el ejército atacante pereció, el Reino defensor ganó."
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